En marzo de 2020, desde la cima del Cerro de la Memoria, capturamos un momento de contemplación y esfuerzo artístico. Esta fotografía es un homenaje a la narrativa no contada de cada fotógrafo: la historia de dedicación y paciencia que existe detrás de cada imagen.

El viaje para capturar un instante

La fotografía muestra a nuestro amigo fotógrafo en plena labor creativa, observando la ciudad de Los Mochis mientras el sol se pone, pintando el cielo de tonos naranjas y azules. Este acto de captura es el resultado de un viaje personal, uno que a menudo implica retos físicos y mentales.

Subir pendientes empinadas y superar los obstáculos del terreno es parte del proceso. Esta imagen busca desmentir los comentarios que a menudo menosprecian la complejidad y el esfuerzo detrás de una buena fotografía. El fotógrafo, aunque pequeño en la extensión de la foto, es un gigante en su perseverancia.

Un homenaje a la pasión por el arte

La composición muestra un equilibrio entre la belleza natural del cerro y el paisaje urbano que se extiende hasta el horizonte. Es una interacción entre la naturaleza, la ciudad y el ser humano que busca el instante perfecto.

Esta imagen es nuestra invitación a mirar más allá de la superficie, a apreciar los sacrificios y la dedicación que se requieren para crear un arte que capture la esencia del mundo que nos rodea. Es un tributo a la pasión que nos mueve.