En enero de 2020, dimos un nuevo paso en nuestro viaje visual: nuestro primer time-lapse. Esta técnica, que acelera el tiempo, nos permitió capturar el pulso de Los Mochis de una manera completamente diferente, transformando el flujo constante de la ciudad en una danza de luces.

La ciudad como un río de luz

El time-lapse es una técnica de filmación que captura una serie de fotografías en intervalos constantes. Al unirlas, se visualiza el transcurrir del tiempo de forma acelerada y fluida. Para este primer experimento, elegimos una ubicación estratégica: el estacionamiento de la plaza Paseo Los Mochis.

Desde allí, apuntamos nuestra cámara hacia la concurrida intersección de los bulevares Antonio Rosales y Centenario. El objetivo era documentar el movimiento continuo y la energía nocturna de esta área central de la ciudad, convirtiendo el tráfico en estelas de luz.

Una crónica visual del flujo urbano

Con la valiosa orientación y el apoyo de nuestro amigo David Alejandro Vega, compilamos una secuencia de 700 fotografías. Este trabajo se convirtió en una crónica visual del dinamismo de la vida urbana, un testimonio del ininterrumpido latir de una ciudad que nunca duerme por completo.

Fue nuestra primera incursión en el video, una nueva herramienta para seguir contando las historias de nuestro entorno. La perspectiva elevada nos permitió contemplar la escena como un observador conectado con el pulso de la ciudad, celebrando la corriente de energía que la caracteriza.