En enero de 2020, viajamos a los campos de Mocorito para narrar el ciclo completo de un día a través de un paisaje vivo y colorido. Este time-lapse, compuesto por más de 2,500 fotografías, es un homenaje a los ciclos constantes de la vida y a la belleza de los paisajes de Sinaloa.

Del atardecer a la noche estrellada

La secuencia comienza bajo la luz dorada del atardecer. Los girasoles, bañados por los últimos rayos solares, parecen brillar con una luz propia, invitando a una sensación de quietud y paz. A medida que el sol se oculta, la escena transita hacia una impresionante noche estrellada.

Las estrellas comienzan a aparecer en el cielo, iluminando la oscuridad con miles de puntos luminosos. Los girasoles, ahora sumidos en la sombra, se convierten en testigos silenciosos del vasto universo sobre ellos, contrastando la inmovilidad de la tierra con el movimiento de la bóveda celeste.

El amanecer de un nuevo día

Tras la noche, la luz del sol emerge gradualmente, disipando la oscuridad y bañando nuevamente el campo en una luz cálida y renovada. Los girasoles despiertan a un nuevo día y el ciclo de la vida continúa.

A través de esta técnica, logramos experimentar el flujo del tiempo de una manera que normalmente está más allá de nuestra percepción. Más que un fenómeno natural, buscamos transmitir las emociones profundas que la naturaleza nos inspira, recordándonos la belleza que reside en cada nuevo comienzo.