El Conti es una ceremonia ancestral del pueblo yoreme-mayo, un momento sagrado que marca la Cuaresma con una peregrinación de profundo simbolismo. Es un acto de devoción, respeto y un compromiso comunitario que mantiene viva una herencia cultural invaluable.

La peregrinación de los judíos

Cada viernes de Cuaresma, los judíos o fariseos llegan a la iglesia en una peregrinación que crece con el paso de las semanas. En un acto que simboliza devoción y respeto, rodean la cruz que representa a Cristo y continúan su camino. En los días grandes, cientos o incluso miles de personas se unen a este recorrido sagrado.

Los sonidos del ritual

El ritmo de la ceremonia es marcado por el sonido de los tambores y los ténabaris. Esta cadencia no es solo música, es una parte esencial del ritual que envuelve el ambiente y guía los pasos de los participantes. Cada sonido conecta a la comunidad con sus raíces y con la espiritualidad de la creencia.

Un llamado al respeto y la armonía

Si tienes la oportunidad de presenciar esta ceremonia, es fundamental hacerlo con el máximo respeto. Es importante no poner música, no interrumpir el paso de los danzantes ni de quienes forman parte de esta tradición. Este es un espacio de fe. Respetarnos unos a otros es la clave para convivir en armonía, permitiéndonos conocer y valorar la herencia que perdura en cada paso de este viaje.