En septiembre de 2020, presentamos el desenlace de nuestra exploración en la isla El Maviri. Este time-lapse, compuesto por más de cuatro mil fotografías, revela el ciclo natural desde los últimos rayos de sol hasta la quietud de la madrugada, un viaje por los sutiles movimientos del mundo nocturno.

Del atardecer dorado a la noche profunda

La secuencia inicia con una escena en la que los últimos rayos de sol se cuelan a través de las nubes, bañando todo en una luz dorada. A medida que el sol desciende, su reflejo en el agua añade un toque de paz al ambiente. La transición hacia la oscuridad revela la belleza serena de la playa bajo la última luz del día, un preludio a la noche.

A medida que el crepúsculo cede su lugar, emergen las primeras estrellas, anunciando la dominancia nocturna de la Vía Láctea. La galaxia se extiende majestuosamente sobre el verde de los manglares y un mangle seco que yace en la orilla, testigos del despliegue celestial.

La belleza serena del cosmos

Bajo el manto de la noche, distintos rincones de la costa se iluminan con la suave luz de las estrellas, mostrando sutilmente la playa y el ecosistema costero. Sin señales del amanecer, la atención se mantiene en la belleza serena del cielo nocturno.

Este trabajo es una invitación a valorar la paz y la belleza del mundo natural. Nos deja con una sensación de aprecio por los sutiles movimientos de un paisaje que vive y respira, incluso en la más profunda oscuridad.