En la entrada de Los Mochis, una estructura de cubos de concreto se alza como un emblema de nuestra identidad. La Fuente Poseidón, inaugurada en 1973, es más que una escultura; es un símbolo de nuestro origen, un recordatorio de la fuerza del Río Fuerte y del impulso que ha definido el crecimiento de nuestra ciudad.

Un símbolo del caudal y el crecimiento

La obra, del arquitecto Juan Guzmán, fue concebida para simbolizar dos pilares de nuestra región: el caudal del Río Fuerte y el constante crecimiento de Los Mochis. Sus cubos de concreto, robustos y firmes, evocan la fuerza de la corriente que ha nutrido nuestro valle y la solidez de una comunidad que mira siempre hacia adelante. Para generaciones de mochitenses, esta fuente es un punto de referencia que rememora el orgullo de pertenecer a este lugar.

La defensa de un ícono urbano

A lo largo de su historia, este emblema ha enfrentado la posibilidad de desaparecer. Cuando surgió la propuesta de retirarla para dar paso a un monumento distinto, la voz de la comunidad se alzó. Ciudadanos y expertos se unieron para defender este ícono, reconociendo su valor no solo estético, sino también como parte fundamental de nuestra memoria colectiva. Su permanencia es un testimonio de la fuerza de la identidad local.

La bienvenida a casa

Hoy, la Fuente Poseidón sigue en su lugar, dando la bienvenida a quienes llegan y a quienes regresan. Su presencia nos recuerda de dónde venimos y la resiliencia que nos caracteriza. Es una pieza de la historia que se niega a ser olvidada, un guardián de concreto que, con su fuerza y memoria, sigue siendo el primer saludo de nuestro hogar.

Puedes leer más sobre su historia en la nota de El Debate: Poseidón, la fuente de los cubos que da la bienvenida a la ciudad.