Este 8 de diciembre, las cámaras vuelven a encenderse en las Bahías para retomar el rodaje de Cura, un proyecto que trasciende el formato audiovisual para convertirse en un testimonio de identidad. Tras una pausa obligada por la realidad de la autogestión, regresamos al territorio con la convicción intacta de narrar una historia urgente.

La dualidad entre el origen y la amenaza industrial

Cura se compone de dos piezas fundamentales: un videoclip lírico y un cortometraje narrativo. Ambas obras exploran la vida de una familia pesquera que ve su entorno transformado por la inminente llegada de la industrialización. No buscamos villanos de caricatura, sino retratar la tensión real entre un sistema industrial frío y una comunidad que entiende el mar como un territorio sagrado. A través de la mirada de un pescador y su esposa, la historia transita del miedo silencioso a la decisión firme de defender el legado de sus ancestros.

Una pausa necesaria en el camino de la independencia

Ser un colectivo independiente implica enfrentar desafíos que van más allá de lo creativo. Las grabaciones se detuvieron no por falta de voluntad, sino por la ausencia de recursos financieros. Al no contar con estímulos gubernamentales ni patrocinios institucionales, cada día de rodaje, cada traslado y cada pieza de utilería dependen enteramente de nuestro esfuerzo y gestión. Esta pausa nos sirvió para reafirmar que esta historia no puede quedarse a medias; la narrativa de resistencia que planteamos en el guion se refleja también en nuestra propia lucha por llevar este proyecto a la pantalla.

Un llamado a la voluntad colectiva y artística

Este proyecto es una iniciativa sin fines de lucro que coloca la libertad creativa por encima de cualquier compromiso comercial. Por ello, extendemos una invitación abierta a artistas locales, colectivos, aliados de la iniciativa privada y personas de buena voluntad que deseen sumarse. El apoyo que necesitamos trasciende lo monetario: buscamos manos dispuestas a colaborar en actividades, así como patrocinios en especie, transporte, alimentación o acceso a locaciones. Si compartes nuestra visión y deseas extender tu mano, nuestros canales digitales y redes sociales están abiertos para escucharte. Estamos listos para colaborar con todos aquellos que valoren el arte libre y la memoria compartida.

Un esfuerzo compartido para proteger el futuro

Reiniciar este 8 de diciembre es un logro colectivo, pero el camino aún es largo. La finalización de Cura depende ahora, más que nunca, de la comunidad que nos rodea. Hemos habilitado una opción de donaciones en nuestro sitio web para quienes deseen sumarse a este esfuerzo financiero. Cada aporte, sea económico o colaborativo, nos permite cubrir los costos operativos esenciales para que la lancha zarpe, la radio suene y la voz de la bahía se escuche con la dignidad técnica y artística que merece.

Nota: El video es un animatic, una pieza de preproducción similar a un storyboard en movimiento. No representa el montaje final ni el video oficial de “Cura”, sino una exploración visual de encuadres y narrativa para el futuro videoclip live action. Es nuestra interpretación del llamado a la sanación de Yax Balam, inspirada en la resistencia de la Bahía de Ohuira.

Lee aquí sobre la cobertura nacional del animatic y su impacto