Este time-lapse representa nuestro desafío técnico y personal más grande hasta la fecha: dos años de trabajo para documentar un ciclo completo de 24 horas desde el Mirador El Perico, en la sierra de Surutato. Es un homenaje a la paciencia, la dedicación y la belleza inmutable de la naturaleza en la Sierra de Badiraguato.

La noche y la llegada del amanecer

La secuencia comienza en la oscuridad envolvente de la sierra. La luna baña el paisaje con su resplandor, creando un momento de calma antes de que los primeros indicios del amanecer tiñan el cielo. El viento mueve las nubes en un lienzo dinámico, preparando el escenario para la llegada del sol. La transición revela la majestuosidad del amanecer desde la cima del mirador, con tonos que van del azul profundo al naranja vibrante.

El despertar del bosque

Conforme el sol hace su debut, los rayos de la mañana se infiltran entre los altos pinos, creando un juego de luces y sombras. El bosque se ilumina, revelando su textura y color bajo la nueva luz. Las montañas, antes meras siluetas, celebran el esplendor de la naturaleza mientras la luna se desvanece y da paso al día.

El atardecer y el regreso de la luna

A medida que el sol recorre el cielo, la luz transforma el paisaje. El ascenso al mirador para la última luz del día revela un cielo pintado de rosa, púrpura y naranja. Este momento mágico da paso a la majestuosa ascensión de la luna llena, cuyo brillo se filtra a través de la silueta de los pinos, creando un fascinante contraste de luz y sombras profundas en el bosque.

La noche estrellada y el cierre del ciclo

Con la retirada de la luna, el cielo queda libre para que las estrellas y la Vía Láctea se conviertan en los protagonistas. La narrativa visual concluye con el descenso del mirador al siguiente amanecer, mientras el sol baña nuevamente el paisaje en su cálido resplandor. Es un testimonio del paso inexorable del tiempo y de la magnificencia del mundo natural.