En mayo de 2022, capturamos un evocador eclipse lunar total sobre el Cerro de la Memoria. La fotografía busca enmarcar la “luna de sangre” durante el crepúsculo, un momento de luz suave y colores saturados que revela la conexión entre los ciclos naturales y nuestra vida moderna.

La hora azul y el tono rojizo del eclipse

La captura se realizó durante la hora azul, ese breve instante de transición entre el día y la noche. Esta luz particular nos permitió capturar el tono rojizo de la luna, conocido popularmente como “luna de sangre”, manteniendo a la vez la claridad del paisaje. El cielo, en un azul profundo, crea una atmósfera de calma y cambio.

La técnica detrás de la composición

Utilizamos un lente teleobjetivo de 150-600 mm para acercar la luna y capturar los detalles de su superficie. Esta técnica comprime la perspectiva y nos permite enmarcar el astro sobre las antenas del Cerro de la Memoria. La composición es deliberada, buscando un equilibrio entre el fenómeno celestial y los elementos del paisaje que nos recuerdan nuestra presencia en él.

Un paisaje entre lo celestial y lo terrenal

En primer plano, los campos de cultivo añaden textura y profundidad a la imagen. Sirven como un recordatorio de la dependencia de la agricultura en los ciclos lunares. El resultado es una reflexión sobre la intersección de los ritmos de la naturaleza con la vida humana y la belleza que se encuentra en esos momentos de convergencia.