Esta imagen representa un logro técnico y personal: mi primera fotografía de la luna llena, capturada en marzo de 2022. Es el resultado de una cuidadosa planificación para enmarcar la luna sobre la icónica escultura de la Virgen María Auxiliadora en el Cerro de la Memoria, uniendo lo celestial con lo terrenal.

La técnica detrás de la composición

Para lograr esta imagen, la técnica fue fundamental. Utilizamos un lente telefoto de 150-600 mm para comprimir la perspectiva, lo que hace que la luna parezca más grande y cercana a la escultura de lo que realmente está. La composición busca un equilibrio entre la luz natural de la luna y la iluminación artificial que rodea a la Virgen, creando una escena balanceada y armoniosa.

Un diálogo entre lo terrenal y lo celestial

La fotografía busca crear un diálogo visual. La escultura de la Virgen, un faro de devoción para la comunidad, se encuentra bajo el resplandor de la luna llena. La composición, con la luna a la izquierda y la estatua a la derecha, guía la mirada del espectador entre estos dos poderosos elementos, invitando a la contemplación y a la búsqueda de significados más profundos.

La poesía de un instante

Más allá de la técnica, esta captura es un instante de poesía. Es la conjunción de nuestras construcciones culturales y los fenómenos naturales que nos rodean. La imagen es un recordatorio de los momentos de belleza que nuestro mundo ofrece y una invitación a admirar la serenidad de la noche sobre el paisaje de Los Mochis.