Nuestra cronología continúa con una exploración visual de los emblemas que definen el paisaje de Los Mochis. Esta serie es un testimonio del vínculo personal con la ciudad, nacido en los recorridos de madrugada repartiendo periódicos y redescubierto a través de la fotografía.

La identidad grabada en la piedra

Creemos que la identidad de una sociedad reside, en parte, en los personajes que recuerda y en cómo materializa su historia. Cada monumento y cada fuente no es solo un adorno urbano, sino un ancla para la memoria colectiva y personal. Son símbolos que marcan nuestro pasado y servirán como referencia para el futuro.

Las fuentes, por ejemplo, no son simples juegos de agua. En la quietud de la noche se convierten en espejos que reflejan y refractan la vida nocturna, los colores de los semáforos y el silencio de una ciudad que descansa.

“Cada persona atribuye un significado distinto a un monumento, pero es innegable que cada uno ha dejado una huella que marcó el pasado y será referente para el porvenir.”

La ciudad revelada en la quietud

A través de la lente, buscamos capturar la ciudad en los momentos en que se revela a sí misma, cuando el resto duerme. Con una delicada atención al detalle y a la iluminación, exploramos cómo la luz natural y artificial se fusionan para ofrecer perspectivas nuevas de estas estructuras.

Los monumentos se erigen como figuras congeladas en el tiempo, pero impregnadas de significado. Cada estatua y cada estructura lleva consigo una narrativa de la identidad de Los Mochis. Esta serie es una invitación a ver nuestra ciudad a través de los ojos de alguien que ha andado sus calles en la quietud de la noche.