
Serenata a La Catrina: la crónica de una noche bajo las estrellas.
Esta es la crónica de una fotografía que nació del corazón familiar: una serenata del Catrín a La Catrina bajo el cielo estrellado de El Maviri. Es una historia de preparación, perseverancia a través de múltiples intentos y, sobre todo, un homenaje a nuestros fieles difuntos en el marco del Día de Muertos.
La preparación: un homenaje tejido en familia
Semanas antes de la sesión, el proyecto cobró vida en nuestro hogar. La creación del vestuario fue un esfuerzo colectivo: mi suegra nos apoyó en la confección del vestido, mientras nuestros hijos y sobrina pusieron manos a la obra para crear las flores de cempasúchil de papel que adornarían la escena. Cada detalle fue un acto de amor y dedicación, preparando el terreno para una noche especial.
Para esta ocasión, sumamos un nuevo integrante a la escena: nuestro hijo León daría vida al Catrín. Su prima Ceci, además de ser nuestra asistente detrás de cámaras, fue la encargada del maquillaje. Juntos practicaron para lograr el estilo tradicional, listos para dar una serenata a La Catrina.
Los desafíos de una noche en El Maviri
Llegar a la imagen final fue un camino de paciencia. Nuestro plan original era capturar la escena bajo la Vía Láctea, pero en nuestro primer intento, las nubes cubrieron el cielo, frustrando nuestros planes. Tras varios intentos fallidos, decidimos aprovechar el vestuario y la preparación para una noche de superluna, logrando una imagen diferente pero igualmente mágica.

Además del clima, nos enfrentamos a otros retos. Tuvimos que esperar a que las autoridades cerraran el acceso a la isla para evitar que las luces de los coches arruinaran la larga exposición. En cada sesión, dos miembros indispensables del equipo nos acompañan siempre: la escoba y el recogedor. Antes de empezar, limpiamos el área, un gesto de respeto por la naturaleza que lamentablemente a menudo encontramos llena de basura.
La serenata bajo el manto de estrellas
Finalmente, con la Vía Láctea acompañándonos en un intento posterior, logramos la fotografía que habíamos soñado. La escena muestra al Catrín cantando a La Catrina, rodeados de flores de cempasúchil que, según la tradición, guían el camino de las almas. Este escenario, lleno de color y simbolismo, es nuestro homenaje a quienes se han ido, una forma de celebrar su memoria y recordar que siempre vivirán en nuestro corazón. Dedicamos esta astrofotografía a nuestros fieles difuntos, esperando que, bajo este manto de estrellas, sientan nuestro amor.


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