En enero de 2020, decidimos compartir no solo el resultado de nuestro trabajo, sino el corazón del proceso. Nuestro primer detrás de cámaras documenta una aventura familiar para capturar la belleza del cielo estrellado en El Maviri, mostrando la calidez y cohesión que nos une.

Una madrugada en el cerro de arena

La rutina comenzó a las tres de la mañana. Nos dirigimos al cerro de arena en El Maviri, un lugar perfecto para la astrofotografía. El video revela la intimidad de esta experiencia, donde el único sonido es el susurro del viento y nuestra conversación en la serenidad de la madrugada.

A pesar de los pequeños desafíos, el espíritu del equipo no decayó. Al contrario, esos momentos se convirtieron en anécdotas que añadieron carácter a nuestro viaje. La cámara documentó no solo el paisaje, sino la unión de una familia unida por una pasión común.

Más que astrofotografía: un lazo familiar

En este contexto, la astrofotografía se convierte en un medio para explorar y apreciar el mundo natural, pero también para fortalecer nuestros lazos. Fue una oportunidad de vinculación, aprendizaje y descubrimiento compartido.

El video es un relato sincero de la preparación, la paciencia y la pasión que esta disciplina requiere. Al finalizar la sesión, con las primeras luces del alba, nos llevamos no solo imágenes del cosmos, sino recuerdos de risas en la oscuridad y la satisfacción de haber pasado tiempo juntos bajo el amplio cielo de El Maviri.