En diciembre de 2019, tuvimos la oportunidad de sentarnos en la cabina de Línea Directa para compartir la historia detrás de Eden Dusk. Fue un momento para poner en palabras la filosofía que nos mueve: la fotografía como un medio para revelar la belleza oculta y cambiar la percepción de nuestra tierra.

El origen de una pasión

La conversación nos llevó de vuelta al inicio de todo. A una infancia en Los Mochis vendiendo periódicos para ahorrar y comprar una primera cámara. Esa pasión, aunque intermitente, se reavivó años después por una razón inesperada: un diagnóstico de hipertensión nos llevó a caminar por el Parque Sinaloa.

En la tranquilidad de la madrugada, comenzamos a capturar la belleza serena del parque con un teléfono. Lo que empezó como una recomendación médica se transformó en una fuente de inspiración y en la semilla de un proyecto más estructurado, dividido en capítulos que reflejaban la riqueza de nuestro entorno.

De un pasatiempo a un proyecto de vida

La respuesta en redes sociales fue el impulso para evolucionar. Pasamos del teléfono a invertir en equipo profesional, lo que nos permitió explorar nuevas fronteras en la fotografía de paisaje y la astrofotografía en lugares como El Maviri. En todo este viaje, el apoyo y la colaboración de Brenda ha sido una pieza fundamental.

Juntos hemos enfrentado desafíos y vivido experiencias que han fortalecido no solo el proyecto, sino nuestra relación. Eden Dusk es una colaboración crítica, un proceso creativo compartido donde cada decisión se toma en equipo.

Una filosofía para el futuro

Nuestra motivación trasciende lo personal; busca inspirar a nuestros hijos y a las futuras generaciones. Queremos mostrarles la importancia de perseguir sus pasiones y de comprometerse con su comunidad y su entorno. Eden Dusk es un llamado a reconocer y celebrar la riqueza cultural y natural de Sinaloa, un compromiso con la conservación de nuestro patrimonio.